marzo 27, 2012

Paradoja


No tengo una sensibilidad privilegiada.  No tengo un espectro cultural envidiable.  No estoy implicado en una educación de calidad indiscutible.  Únicamente proclamo mi valor innegable para la existencia del universo desde este terreno, el terreno en el que todos somos encantadores.  El único terreno en que nos parecemos más a lo que queremos que a lo que tristemente somos en la realidad interpersonal.  Creo que si algo detesto terminantemente de las redes sociales es justamente eso: todos somos personas maravillosas.  Todos tenemos algo interesante para decir, somos estetas, conocedores humildes del más vasto dominio historiográfico de las artes y las ciencias, charlatanes falaces ocultos en su perpetua falsa modestia.  Hoy vi una película increíble.  Mañana leeré un libro que ustedes no conocen.  Hoy escuché un disco inaccesible.  Lo único que me consuela es esta conciencia de la situación.  Me veo inscrito en la misma mentira que todos ustedes.  No soy, probablemente, un cuarto de la persona que alguno identificaría como el autor de este blog.
Hace un estupendo clima.

1 comentario:

  1. No hay motivo entonces para quedarse en casa detestando estetas. Buenos días Don Belianís. En esta Isla Utopía se respira el aroma de la virtualidad y de las verdades en potencia. Me voy con la cuarta parte que queda de mí, a tomar el sol.

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